lunes, 13 de julio de 2009

BRD (IV): Cena en el Public lounge

<Para Mer, porque se lo debía y porque creo que a ninguno de los cuatro se nos olvidará aquella experiencia y lo mucho que nos reímos.Gracias por todo (y por hacerme de reportera una vez más)

Era sábado por la noche y aquella cena debía ser el broche final a nuestro maravilloso viaje BRD-Bilbao. Nuestra Marta nos había reservado mesa en uno de los locales de moda de Bilbao, un lugar que según nos dijo nos iba a sorprender. Sorprender no es la palabra Marta, que aún nos dura el efecto.

He estado buscando un adjetivo que condense lo que es el Public Lounge. Ha sido imposible. Podría deciros que es kitsch, fashion, trendy, cool, barroco- churrigueresco, glamuroso, fastuoso, cosmopolita, exquisito, ecléctico, exhuberante, apoteósico y me quedo corta. Contención 0, desmesura 10.



Nada más entrar tuve la sensación de estar en otro mundo.Personajes, mobiliario, música, decoración... nada absolutamente me dejo indiferente. De la primera zona donde se sitúa la barra del local me quedo con un sillón “tu y yo” con champanera central que parecía directamente sacado del mobiliario de 2001 Odisea del espacio. Y lo mejor estaba por venir.

Cuando atravesamos la cortina que separa la zona de entrada con la barra del restaurante entramos en estado de shock. Téngase en cuenta en todo momento que la que escribe es una confesa minimalista (y convencida aunque algunas lo cuestionen) y al adentrarme en aquel espacio la sacudida que experimenté fue mayúscula. ¿Qué hace una "minimal" como tú en un sitio como éste?. Os aseguro que disfrutar muchísismo.

Aunque sé que esto puedo ser utilizado como argumento en mi contra, diré que la decoración del local me encantó. No creo que esto sea incompatible con mi radical minimalismo sino con mi capacidad para disfrutar de las cosas diferentes. Me asfixiaría si viviera en el Public Lounge, pero estoy deseando volver para darme ese baño de barroquismo desmesurado que reconozco me estremeció. Nada de menos es más, dosis de todo vale pero dentro de un orden desconcertante. El Public Lounge es un ejemplo del hórror vacui, ese miedo al vacío que yo no tengo. Un sitio de contrastes, donde conviven lo antiguo y lo nuevo y desde luego la antítesis del minimal.














La carta y detrás ...yo (soy pequeñita, pero es que la carta era enoooooorme)



El dúo dinámico...



Philippe Starck y yo...



Mi momento "Paco Martínez-Soria" (ya sabéis que de vez en cuando planea sobre mí). Soplo ligeramente sobre la espuma de mi postre y...vuela!!!. No tengo la culpa de que fuera tan liviana. Otro comensal que se pidió el mismo postre no tuvo problema alguno y controló perfectamente la espuma de su plato. Yo me contagié de la efervescencia del sitio.







Entrar en este sitio es un bombardeo de sensaciones. Es un regalo para la vista, gusto, tacto, olfato y oído. Todo sorprendente. Desde la profusa decoración (ya habéis visto las fotos), hasta la comida (nos encantó), pasando por la ambientación musical (espectacular).

El nombre del local hace honor a una de las premisas que gobierna en este espacio: VER y SER VISTO, todo en él es público y os garantizo que notorio. Un lugar de culto a la moda y al arte, donde tienes a tu disposición "Objetos de deseo" que pueden comprarse tal como reza en la carta. Desde una virgen policromada para vestir hasta unos zapatos de Chanel.



Si os habéis quedado con ganas de ver y saber más, aquí podéis encontrar más información.

Ya os he ido poniendo en todas las entradas en las que os hablaba de Bilbao algunas de las canciones de las que disfrutamos en aquella velada. Massiel, Dani Daniel, Pedro Marín, Bee Gees, Paul Anka, Nat King Cole...Una mezcla explosiva como en todo lo demas. También escuchamos (y medio bailamos), esto. Ya os digo, es un lugar de contrastes.

5 comentarios:

María dijo...

¡Que guachi, Maki! Seguro que te divertiste un montón!!! Las fotos son graciosísimas...

¿Sabes que ya tengo fecha para irme a nuestra playita? Sísisisi... Llegaré el 31 de Julio!!! Viva El Puerto de Santa María!!!!

Besitos ;)

zer0gluten dijo...

Eah! y ahora que hago yo con esta envidia que recorre cada uno de los rincones más recónditos de mi cuerpo?
Esperaba la crónica, porque sabía que existía.
Yo también adoro el minimalismo, pero el arte de mezclar de todo y que quede bien, es digno de admirar por muy minimalista que una sea.
El sitio chulo, la comida por lo que he visto en la página del lugar, una pasada y por el momento Martinez Soria, no te apures, todos tenemos uno (o más de uno) en nuestro C.V.
Mañana viene la niñera por la mañana a conocer a los peques. Ten el movil listo a mediodía que te llamaré para concretar miercoles y viernes, jeje.
Besitos sin gluten.
P.D. Sabes que Micky se parece mucho a mi abuelo? Era pura anécdota.

nimenos dijo...

bueno, bueno, bueno.... aquí está la cara rebelde de la falsa minimalista.... niña, lo sabemos todos menos tu.... no se puede luchar contra molinos de viento, ni comugar con sus ruedas.... que tu eres barroca, que sí.....

La próxima vez que vayas al Public Lounge... tendrás más compañía, creo.

tienda dolores dijo...

Querida churrigueresca de antes pelo largo: Que bien os lo pasasteis, yo pienso ir algún día y hablare con Pachi Galliano para que se venga a redecorar el Chanci...jejeje!

mer dijo...

Yo no es por nada, pero ya poquita credibilidad te queda, entre tu nueva "Golden Age" y lo que nos fascinó este sitio....BARROCA TOTAL jejeje

No pude tener mejor compañía en este sitio, entre el "momento líder" de la entrada-yoconozcoestesitio, y tras pasar las cortinas encontrarnos con Pachi Galliano, y el camarero jajajajajajaja, momentazo espuma!

Bueno bueno, en la próxima quedada jerezana nos vemos los vídeos junt@s

Un besazo y animo a las comentaristas a realizar una excursión juntas a semejante lugar.