domingo, 16 de octubre de 2011

Decíamos ayer...

Y desde ayer han pasado...¡cuatro meses!. Aquel día de junio escribí sabiendo que posiblemente tardaría en volver a hacerlo pero desde luego sin pensar que iba a pasar tanto tiempo.

Algunos pensaréis que me he despedido "a la francesa". Me fui sin despedirme porque aquello no era una despedida, porque no quería decir adios.Ni quiero.Pero lo cierto es que continuar con El Laboratorio de Maca a día de hoy es prácticamente imposible. En los últimos meses me he embarcado en un nuevo proyecto que me absorbe tanto como me entusiasma. Ya os anunciaba un cambio de aires, de rumbo, de vida allá por junio. Y ahora aquel giro ya es una realidad que se llama ¡Ya voy mamá!.

No quiero que El Laboratorio de Maca cierre sus puertas aunque también es verdad que hoy por hoy no sé que va a pasar con él. Ahora está en stand by hasta que todo se normalice. Pero estoy casi segura de que habrá un futuro, porque fue mi presente durante mucho tiempo. No puedo olvidar las alegrías, los amigos, las emociones, los buenos ratos y todo lo estupendo que el Laboratorio me ha dado. A unos siempre les quedará París y a mi siempre me quedará todo lo que este blog trajo a mi vida.

Gracias a todos los que siempre habéis estado ahí, por vuestros comentarios, vuestra paciencia, vuestro cariño.. Me he sentido muy afortunada de compartir con vosotros trocitos de mi vida misma que nunca pensé que pudieran interesar lo más mínimo a nadie. Os he sentido tan cerca...

Ahora podéis encontrarme aquí. Sigo siendo yo.Aunque ahora mis experimentos los hago en un particular laboratorio de juegos. Y estoy ¡feliz!.

Ya sabéis, esto no es una despedida...Nos vemos aquí o allí. ¡Hasta pronto!.