miércoles, 15 de junio de 2011

Ahora

Hace ya dos semanas. Lo hice. Colgué la bata. Hace unos años me hubiera reído de quien me hubiera dicho que me iba a dedicar a otra cosa. Han sido muchos días levantándome para ir a un laboratorio y encerrarme a investigar. Apasionante, os lo aseguro. Pero ingrato, tremendamente ingrato.Después de casi 15 años, tanta inestabilidad, tanta falta de buenas oportunidades, tanta precariedad acabaron matando las ganas y la ilusión. Cuando empiezas te comes el mundo pero después el mundo acaba comiéndote a tí...a menos que uno no se deje. Y yo no me voy a dejar.

Las cosas han cambiado tanto en estas dos semanas,que después de mucho tiempo lamentándome por no encontrar ese trabajo soñado que se supone debía haber tenido desde hace años ahora me siento afortunada. Por que sin todo lo de antes no estaría donde estoy hoy. Al final la vida me ha brindado una segunda oportunidad. Mis primeros años investigando, los de la tesis, los del primer trabajo, los recuerdo con infinito cariño.El tiempo los ha puesto en su sitio. A pesar de lo complicado que es vivir de la investigación en España, yo he podido hacerlo.El idilio duró lo que duró y ese tiempo lo disfruté. Luego...ya no. Uno se cansa de querer y no poder, de esperar, de no poder crecer. Los eternos becarios, soporte de la investigación básica en España, me entenderán. De pronto, punto muerto.

Y ahí estaba hasta que me di cuenta de que era posible volver al camino, aunque el camino fuera otro.¿Tiene sentido seguir en un camino que ya no lleva a ningún sitio?



Ahora me siento taaaaaan bien. Renovada. Ilusionada. Las ganas han vuelto. Eso es lo mejor. Hacia tiempo que no me sentía con estas ganas de trabajar.Sé que va a ser duro pero también sé que va a ser muy bonito. A lo mejor soy una inconsciente pero estoy segura, lo veo claro. Y si tuviera que cambiar otra vez de dirección en mi nuevo recorrido lo haría. A lo mejor es que una vida se nos queda corta para todo lo que nos gustaría hacer.

¿Ahora qué?. Ahora a seguir. A empezar. Cambio las pipetas y el ADN por un nuevo proyecto con unos protagonistas que me tienen ganada desde hace mucho tiempo. Aquí si que hay campo para investigar. Aún quedan cosas por perfilar, pero lo que es seguro es que ahora ellos van a estar todavía más presentes en mi vida.



Niños, niños, niños...Niños que juegan. Niños más felices.

Seguimos esta conversación otro día. Pronto, muy pronto.En cuanto los niños me lo permitan.