10 fotos y un viaje a la India (I)

El pasado mes de noviembre mi amigo Jesús se nos fue de viaje a la India. Desde hace unas semanas estaba dándole vueltas a la idea de enseñar algunas de las maravillosas fotos que se trajo de este viaje. Después de conocer el viernes a Anita-Arti, la princesa india que ha llegado al Jardín de Lulaila, y después de que hoy hayamos descubierto toda la magia de la India en forma de hada envuelta en un sari, pensé que de esta semana no pasaba que os enseñara retazos de la India real… Mil gracias Jesús, que como arquitecto ya sabía que eras un artista pero es que como fotógrafo has sido un descubrimiento. Uma no sabe la suerte que tiene, pero ya se irá enterando….

Dice la Wikipedia que India es el segundo país más poblado del mundo, el séptimo más grande y con más de cien lenguas distintas. Un país dónde caben mil y un países distintos. Cuando pienso en la India, a mi también me vienen a la cabeza muchas Indias diferentes: La India de los libros de Kipling, de Dominique Lapierre o Javier Moro; la India de películas tan maravillosas como Pasaje a la India, El hombre que pudo reinar o Ghandi; la India apasionada de Anita Delgado y los Maharajá; la India de aquel Aga Khan que recibía todos los años como regalo de sus fieles su peso en oro; la India de mi infancia,dulce y misteriosa como aquella princesa Romy que conquistaba a Willy Fog; la India de Mumbay y Bollywood; y también la India de la miseria, los parias, los castas, las chabolas de Calcuta y la falta de oportunidades …una India “milagro” dónde a pesar de todo sobreviven y sobre todo…SONRÍEN.

Y ahora que hablen las fotos. Como son unas cuantas hoy os traigo algunas y mañana más. Hay alguna tomada en Chandigarh (porque me gusta), la ciudad que se convirtió en el mayor proyecto urbanístico de Le Corbusier (capital del Punjab, tras la partición británica en India y Pakistán), y alguna del TajMahal. Pero sobre todo son fotos de la calle, de la gente, del día a día…os puedo asegurar que son las más amables de la colección de fotos de Jesús y no es por mirar para otro lado, es que me gusta pensar que las cosas irán a mejor. Me quedo con las palabras de Le Corbusier para referirse a la Mano Abierta que proyectó en Chandigarh y que “ es mano abierta para recibir y dar, es signo de optimismo ante el mundo moderno, catastrófico”. Me quedo con las sonrisas y el color de las fotos. Y me quedo, sobre todo,con las “princesas” de carne y hueso del final, que me tienen encandilada desde que las vi y que como cualquier niño debieran estar condenadas a ser felices. Una nos sonrie, la otra nos mira.





















...CONTINUARÁ.

Y la música misteriosa, mágica, envolvente...