Lo que comenzó siendo un grupo de compañeros de Facultad, que se amplió con las parejas respectivas (yo formo parte de la "ampliación"), ahora se ha convertido en una “familia” que no deja de crecer. Hemos vivido juntos momentos muy emocionantes en la vida de cada uno de nosotros: Fines de carrera trabajando codo con codo, celebraciones varias de esos fines de carrera (si nos pusieramos a repasar cada una de ellas yo creo que alguno acabaría llorando de la emoción o de la risa), bodas, casas nuevas, nacimientos de hijos y a partir de ese momento bautizos, cumpleaños y reuniones infantiles varias…..Hemos compartido tantas cosas importantes…. Algunos incluso me han hecho madrina de la niña más guapa y simpática del mundo, empatada con “mi” Claudia como comprenderéis. Y además compartiendo este regalo, privilegio y responsabilidad, con otro amigo del alma. Manolo, que tenemos una ahijada que es una maravilla.
Ahora ya casi no cabemos con tanto niño alrededor sin parar de moverse. Es muy bonito verlos a todos juntos compartiendo juegos y risas. Y seguimos creciendo. Ay Juanito, que a tí te conocimos en una de estas reuniones, cuando nada más llegar y sin conocer a nadie le plantaste dos besos a Dani y todos pensamos, y éste quién es?. Y el año que viene Juanito o Andrés o María o Lucía o como queráis llamar a ese pedazo de niño que vais a tener “la Carmela” y tú, será el último “fichaje” de la fiesta (¡salvo sorpresas de última hora, que todavía hay margen!).
Y el “MUY MEJOR AMIGO INVISIBLE DESTRUCTIVO”, ¿eso qué es lo que é?, cómo diría algún buscador de "escalopendras". Voy a hacer un poquito de historia. Cuándo empezamos con nuestra reunión navideña celebrábamos una cena (éramos “jóvenes” y nos gustaba disfrutar de la noche). Después pasamos a la reunión diurna y fue entonces cuando para amenizar las sobremesas decidimos introducir este juego “destructivo” que ha hecho que algún año se tambaleasen los cimientos de nuestra sólida amistad… He de confesar que la que introdujo esta fuente de discordia fui yo misma, al descubrir este maquiavélico juego en una cena también de Navidad con los que entonces eran mis compañeros de trabajo. Las bases del juego son en esencia las del clásico amigo invisible, con un matiz: Además de dos regalitos considerados “buenos” debe aportarse un tercero “reciclado”. Y paso a definir reciclado: Regalo recibido anteriormente por la persona que ahora lo regala y desechado por ésta por motivos varios. Tienen cabida en este apartado ese cenicero de cristal con forma de herradura y cabeza de caballo en la base que te regaló tu tía poco conocedora de tus gustos en unos Reyes (sobre éste cenicero volveré luego, es mi debilidad); ese marco de fotos con que la agencia de viajes te obsequió en tu viaje de novios con su letrero de Royal Vacaciones incluido; esa figurita “estuve en Tenerife y me acorde de ti” que te trajo una vecina que se fue de vacaciones y te dejo encargada de regarle las macetas; ese reloj-tetera “made in China” que alguna amiga despistada de tu madre te regaló un cumpleaños hace muchos años; ese objeto ¿esto pá qué sirve, esto qué é?, con que te obsequiaron en la última boda a la que fuiste…Os aseguro que es una buena fórmula para sacar de vuestra casas cosas que no queréis…y que las tire otro, porque es innegable que estos regalos no dejan de tener un “valor sentimental” que dificultan el que seamos nosotros mismos los que los llevemos al contenedor. Yo siempre pienso en la persona que me hizo el regalo y acabo por volverme con él a casa. Ahora hasta ansío que alguien en estas fiestas me haga el regalo hortera-inútil correspondiente para regalarlo el año que viene.

Mi maravilloso cenicero-herradura salió de mi casa hace cuatro ediciones, volvió a entrar, volvió a salir y este año alguien ha tenido el detalle de traerlo de nuevo. Me enorgullece que se haya convertido en un bien tan apreciado por mis amigos, que año tras año se acuerdan de él y lo traen. No ha podido tener mejor destino y destinatario. Se nos ha ido a Madrid a la calle Hortaleza. Javier, que lo disfrutes y lo honres como se merece, que seguro que sí. No me imagino un sitio mejor para este cenicero, que siempre consideraré un poco mío. ¡Cómo va a combinar con las maravillosas baldosas hidráulicas Villaroy-Bosch de tu casa!. En el salón o lo pongas dónde lo pongas lucirá como en ningún sitio.
Iba a poner fotos de algunas ediciones anteriores de nuestra maravillosa reunión, pero al final he optado por quedármelas para mi misma por dos razones: porque alguno podría pedirme derechos de imagen y sobre todo, porque las fotos atestiguan el inexorable paso del tiempo…ellos con menos pelo y más barriga y nosotras …mas DIVINAS si cabe, que somos como el buen vino… Para evitar agravios comparativos me guardo las fotitos pero tengo una de la primera cena…escalofriante. Aunque no haya documentos gráficos que lo certifiquen os aseguro que nuestra mesa era digna de ver por los manjares varios y por ese glamuroso mantel morado (siguiendo tendencias como no podía ser de otra forma) directamente traído de Zara Home a juego con los muebles de la cocina de los anfitriones (que no se os escapa un detalle, guapos).
A pesar de amigos “invisibles destructivos”, distancia, trabajos, “comentarios hirientes” sobre como envejece cada uno…ahí seguimos, reuniéndonos año tras año, para seguir compartiendo trocitos de vida. Y los que quedan por venir… Un beso muy, muy fuerte para todos, y ya sabéis que a pesar de la cafetera…