Quizás tenía que haber empezado por aquí. Porque la culpa de mi obsesión por el Londres de los 60 partió de ahí, de un encuentro casual en un libro. Swinging London Inspiration.
En abril de 1966 Time Magazine publicaba un reportaje con el título "London: The Swinging City" (algo así, como Londres, la ciudad de moda), tomando como referencia para este nombre a la popular emisora de radio pirata Swinging Radio England.
Aunque casi siempre el "descubrimiento" de un fenómeno social como este por parte de un medio de comunicación suele coincidir con el inicio de su declive, aquella etiqueta de "Swinging London" acabó por imponerse para describir la extraordinaria revolución cultural que desde hacia unos años se estaba viviendo en Londres. Londres a mediados de los 60 era el epicentro cultural del mundo, la capital de la moda y el estilo.
Después de la austeridad impuesta por la post guerra, la sociedad británica experimentó una recuperación económica que propició el que los adolescentes tuvieran un mayor poder adquisitivo, dirigiendo su capacidad de consumo al ocio, sobre todo hacia la moda y la música. Se abrieron numerosas tiendas especializadas en consumidores jóvenes, hedonistas e invadidos por un espíritu optimista, que iban definiendo las nuevas tendencias mientras que compraban. Era esta juventud preocupada por el buen vestir la que marcaba la pauta a los diseñadores de moda acerca de los modelos que debían crear.
Hablar de moda en el contexto del Swinging London, es hablar de Twiggy, ícono de la época, con su cabello corto(el conocidísimo Bob cut) y aspecto andrógino, y es hablar de Mary Quant y su revolucionario aporte a la humanidad: la minifalda. En 1955 Mary Quant había abierto su primera tienda, Baazar, en la King´s Road de Chelsea. Sus diseños modernos y monocromáticos capturaron el espíritu avanzado de la época y pronto su estilo "mod" se extendió e impuso más allá de las fronteras británicas: Minifaldas,chaquetas entalladas de tres botones, colores llamativos,jerseys de cuello alto...
El otro centro neurálgico de la moda, a medida que avanzaba la moda hippie y psícodélica, fue Carnaby Street en el barrio del Soho, donde destacaron los diseños de John Stephen, Michael Rainey y Ossie Clark. Cuando Stephen abrió su primera tienda especializada en ropa para hombre en 1957, Carnaby era una zona muy deprimida. En pocos años, Stephen consiguió popularizar y modificar el estilo de tal forma que Carnaby Street se convirtió en un referente para los jóvenes modernos y a finales de los 60 era el reclamo turístico más importante de Londres después del Palacio de Buckingham. La tienda de Mary Quant tenía por objeto un diseño más dirigido por la clientela, mientras que las tiendas de Carnaby Street se basaban en la venta directa a un mercado de masas de adolescentes. Los que tengáis intención de ir a Londres próximamente, tenéis la oportunidad de visitar una estupenda exposición fotográfica de Philip Towsend para celebrar los 50 años de este resurgimiento de Carnaby Street.
El Swinging London también dominó las esferas del arte tradicional. En el cine, el clásico de esta época es Blow Up de Michelangelo Antonioni, que retrata la época a la perfección, lo bueno y lo malo de aquellos años. De esta película sólo es diré que siento muchísimo haberla descubierto tan tarde. En el arte visual, es el momento de la psicodelia, caracterizada por el multicolor y las formas difusas. En música, sólo hace falta dar nombres: The Beatles, The Who, The Animals, The Kinks, The Small Faces, Yardbirds...bandas que se escuchaban en las numerosas emisoras piratas que proliferaban en la época en el Reino Unido y en otro clásico del momento: el programa televisivo Ready, Steady, Go!,en antena entre los años 1963 y 1966.
El Swinging London fue un fenómeno que se retroalimentó,la cultura engendraba más cultura. Pero un día se acabó. ¿Qué mató su espíritu? ¿Qué hizo que aquel optimismo se esfumara a finales de los 60?. Posiblemente es que aquellos jóvenes...crecieron.
El viernes mis experimentos más Swinging...London.
miércoles, 10 de marzo de 2010
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6 comentarios:
Esto me hace pensar en la época mediocre en la que vivimos, vale todo pero nada es nuevo, todo es copia de movimientos y estilos ya inventados.
Hace falta una buena revolución cultural que saque a la juventud de la apatia conformista en la que vive. Y sobre todo OPTIMISMO que creo que fue la clave del triunfo de las movidas esteticas de los 60.
¡Adelante con tu inspiración britanica!
Es una pena que el espíritu no se pueda conservar, porque si vas hoy a Carnaby st. te puedes morir del catetismo turístico de la zona... muy, muy casposo... una pena...
Y para mi, que soy absolutamente anglofila, London siempre será el corazón del mundo occidental... allí donde nunca pasa nada porque todo pasó allí
...la revolución esta por llegar!!!
Me encantan estos posts. Son, en una palabra, INSPIRADORES!
Un besp grande!
Maca como he disfrutado con este post!!!.
Y no puedo estar más deacuerdo con Gudulina ... fuera la mediocridad!!!
un beso,
lina escalante
LLego tarde, pero que "biba" London y su swinging!!!
Besitos sin gluten.
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