Sesión de tarde

Vayamos por partes.

1)No lo recordaba pero él no fue el primero. Antes hubo otro publicista en mi vida. Apuesto, varonil, irresistible, impecable. Encarnación del espíritu clásico. No se llamaba Don sino Roger y no se apellidaba Draper sino Thornhill.



Y publicista, periodista o lo que él quiera, al ladito de los dos anteriores pondría a Gregory Peck (porque él lo vale). El Peck de Vacaciones en Roma, El hombre del traje gris o Mi desconfiada esposa (Designing woman). Hombres con traje y corbata, abrigo y sombrero. ¿Quién desterró el sombrero del vestuario masculino o lo relegó a ser una sombra de lo que fue?. Mi devoción por esos hombres de finales de los 50 principio de los 60 es tal que hasta les perdono que a veces convirtieran los pantalones de sus maravillosos trajes en pantalones de talle alto. No sé en que momento de la historia de la moda masculina alguien se dió cuenta de que cintura y cadera en el hombre medían lo mismo. Un iluminado. Todo un acierto que se "bajaran" los pantalones. Hombres del mundo, que sepáis que los pantalones colocados 10 centímetros por encima del ombligo os "acortan" y restan apostura. Lo digo porque todavía hoy algunos parecen no haberse enterado de que esa tendencia ya no lo es.

2) Mi fascinación por el Nueva York de esa época es muy anterior a Mad Men. La estética, lo convulso del momento, las mujeres abriéndose camino en un mundo de hombres... Eso sí, quizás tenía una imagen suavizada e idílica del momento, encarnada por esa adorable película que se llamó y se llama Pijama para dos (Lover come back). Más publicistas en mi vida.



Y para contrastar este pasteleo planear sesión continua de cine y a continuación ver "El apartamento". Amor en estado puro en la primera y adúlteros en estado puro en la segunda.

3)¿Quién decide la traducción de los títulos de las películas al castellano?. Ya habéis leído el título original de Mi desconfiada esposa y Pijama para dos. Pero es que Con la muerte en los talones se llama North by Northwest. ¿¿¿¿????. Aunque creo que un puesto de honor en la lista de títulos insuperables-traducciones imposibles lo tiene La novicia rebelde, que es como se llamó Sonrisas y lágrimas, o sea The Sound of Music, en Hisponoamérica. Y supongo que en España no la llamaron Sor Ye-yé porque sabían que tarde o temprano se haría realidad una película con nuestra monja cantarina made in Spain.

4) Tengo que retomar mi vieja idea de dedicar algunos post a casas de cine. Hay películas que nos deleitan con un auténtico paseo arquitectónico. Los edificios son a veces el acompañamiento ideal y necesario para lo que se está contando en la película. ¿No hablan? ¡Pero si a veces hasta nos gritan desde la pantalla!.



Esta casa está inspirada en la famosísima Casa de la Cascada de Frank LLoyd Right. Y digo inspirada porque (¡oh decepción!) la casa no existe como tal sino que todas las imágenes que se ven de la misma corresponden a una maqueta y los primeros planos e interiores se rodaron en decorados especialmente hechos para la película (como sucede con las famosas escenas en el interior de la ONU).

Pensamientos varios después de una tarde de domingo en familia viendo "Con la muerte en los talones" (hacía mucho tiempo que no la veía).

¡Qué paséis un fin de semana de película!

Otra delicia (Confidencias a medianoche o Pillow talk)...